SANTO DOMINGO.- La idea de que en República Dominicana se eliminen los vertederos a cielo abierto sigue siendo un desafío para las autoridades, quienes para lograr ese objetivo crearon en diciembre del 2021 el Fideicomiso Público-Privado para la Gestión Integral de Residuos.
Asimismo entró en vigor la Ley General de Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, número 225-20, la cual establecía plazos para la eliminación de todos los vertederos a cielo abierto, que suman al menos unos 240 en las diferentes regiones del país.
“En un período de treinta y seis meses, a partir de la fecha de entrada en vigencia de la presente ley, se deberán clausurar todos los vertederos a cielo abierto que existen en el país”, figura en el documento.
Sin embargo hoy la basura y la contaminación continúan siendo tema de preocupación para los residentes en distintos municipios.
Para el ambientalista Luis Carbajal, quien lleva más de cuatro décadas inmerso en los movimientos ambientalistas, la referida ley nació “coja por tres cosas”.
Citó que una de ellas coloca el control financiero en manos de uno de los sectores que más desechos sólidos produce, además sostiene que no cree que pasen de 10 los vertederos que en todo el territorio nacional hayan tenido un proceso de reconversión real para pasar a planos de revalorización.
“La ley le daba alrededor de la gestión financiera de los recursos capacidad de veto al Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), eso yo recuerdo que cuando se aprobó la ley fue uno de los elementos que más criticamos y que peleamos”, afirmó el ambientalista.
Asimismo, entiende que arrancar con el cumplimiento de la ley implica un reordenamiento de los entornos urbanos del país y que la mayoría de las reubicaciones de vertederos tienen el problema de que no se ha podido definir un sitio por el conflicto social que implica el que la gente lo rechace.
“Yo no creo que ni el 90% de los desechos puedan estar siendo manejados para el 2025 bajo la ley, ni que para el 2027 tengamos el 90% de los vertederos trabajados técnica y científicamente como se corresponde al ritmo que vamos, frente a las necesidades financieras es una meta muy lejana”, puntualizó Carbajal.
Y es que el mismo presidente de la República, Luis Abinader, al encabezar una rueda de prensa el año pasado, afirmó que de continuar el trabajo el curso que llevaba, no se tendrían vertederos.
Mientras que el Ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, y el director del Fideicomiso, Paíno Henríquez, sostenían que el país superaría la meta del gobierno en la disposición final y el manejo correcto de sus residuos sólidos para el 2024, de un 40% planificado a un 65% ejecutado, para un total de 9,750 toneladas diarias.
La primera etapa a ejecutarse se haría en el período 2022-2023, con un costo total de 13,290 millones de pesos, con la que se pretendía eliminar cerca de 90 vertederos a cielo abierto.
Los Pomos del municipio Tenares, Dajabón, Tamboril, Moca, San Francisco de Macorís, Baní y Cancino, son algunas de las demarcaciones que hasta el momento han sido intervenidas.
Dentro de los objetivos puntuales del Fideicomiso está operar y gestionar el fondo destinado a la gestión integral de residuos sólidos, a la operación de estaciones de transferencia, vertederos y rellenos sanitarios, así como el cierre de vertederos a cielo abierto, en virtud de lo establecido en la ley.
Eje de Jorge Mera
Consciente del impacto negativo que generan estos vertederos, el fallecido ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, en ese momento valoró el proyecto como un hecho histórico, pues la problemática arropaba prácticamente a todo el territorio nacional, dejando secuelas en la salud.
“Este día es histórico en la República Dominicana. Por primera vez, el Estado dominicano asume íntegramente enfrentar uno de los problemas ambientales más graves que acontece a la luz de todos los dominicanos: los vertederos a cielo abierto, que prácticamente están en todo el territorio nacional, con las secuelas a la salud, a la contaminación ambiental tanto en la tierra como en los ríos y en el mar”, aseveró en ese entonces Jorge Mera.
SEPA MÁS
Vertedero o botadero a cielo abierto es un lugar donde se disponen los residuos sin ningún control ni medidas de seguridad para la salud ni el medio ambiente y que constituye una fuente de contaminación eminente.
JESSICA ARNO