SANTO DOMINGO.- Muy poco tenía el pueblo de Israel qué ofrecer en cuánto a lucha cuando quien estaba en frente era el poderoso Goliat, hasta que llegó David, y con solo lanzarle una piedra lo venció limpiamente.
Y, aunque nada tiene que ver la política con las sagradas escrituras, bien se podría comparar lo alcanzado ayer por Omar Fernández con la historia de David contra el gigante.
Desde pequeño, Omar vio la política muy de cerca, debido a que su padre Leonel Fernández fue presidente de la República en tres ocasiones, la primera cuando el pequeño Fernández apenas tenía cinco años de edad.
Mientras crecía viendo a su padre ser el líder de la nación por tres períodos de cuatro años, fue forjando su propio camino como político, con miras a no ser conocido como “el hijo de Leonel”, sino más bien ser llamado por su propio nombre.
En ese lapso, se graduó “Summa Cum Laude” como licenciado en Derecho en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y posteriormente realizó un Máster en Derecho de los Negocios Internacionales en la Universidad de Boston.
Tras cumplir un período de cuatro años como diputado que inició en el 2020, Omar se lanzó a lo que él mismo describió como el reto más grande al que se ha enfrentado en su vida, correr por la candidatura a la senaduría del Distrito Nacional.
Ese objetivo pareciera ser algo que aunque difícil, quizás no tanto para calificarlo como “el reto más grande que he tenido”, pero cuando tu contrincante tiene el masivo respaldo del presidente del país, además de varios altos funcionarios y ministros del partido de gobierno, entonces sí empieza a cobrar sentido la frase.
Con miras a enfrentarse a Goliat, David se rehusó a usar las armaduras de Saúl, quien en ese entonces era el rey de Israel, y en su defecto, sorprendentemente prefirió buscar cinco piedras como armas.
Aunque el principal contrincante de Omar era Guillermo Moreno, este último por más de una ocasión hizo caravanas y anuncios publicitarios con el mandatario Luis Abinader, además de públicamente recibir el respaldo de otras figuras de gran arrastre del partido oficialista como David Collado, ministro de Turismo, Carolina Mejía, alcaldesa del Distrito Nacional, Betty Gerónimo, alcaldesa de Santo Domingo Norte, entre otros.
En cambio, Omar usó como “su piedra” la simpatía de la gente, sobre todo de los más jóvenes, quienes cada vez que hasta el ayer candidato colocaba algún video promocional de su candidatura, les dejaban saber lo mucho que se sentían identificados con él.
Tan trascendente fue lo logrado por Omar Fernández en las elecciones congresuales 2024, que su popularidad pareciera estar por encima de la Fuerza del Pueblo, partido que lo ha llevado dos veces como candidato.
Aunque tenía cinco piedras en la mano, una fue suficiente para que David derrotara al gigante, a pesar de que tenía todas las de perder.
Con el lema “La capital que queremos”, Omar consiguió la senaduría del Distrito Nacional contra todo pronóstico, y aunque esa motivadora frase quizás cautivó a los que por él votaron, significa ahora un reto el cual debe afrontar y hacer cumplir.
MOISES MEJIA