Todo el principado soñaba con el momento: Charles Leclerc, de Ferrari, rompió una sombra personal ganando el domingo 26 de mayo por primera vez el Gran Premio de Mónaco, en su país natal, una victoria que se le resistía desde su debut en la élite en 2018.
Rodeado por banderolas de «Daghe Charles!» (¡Vamos, Charles! en el dialecto local) colgadas en los balcones llenos de gente que rodean el trazado urbano, Charles Leclerc, el niño del pequeño Estado de Mónaco por fin saboreó la victoria en la Fórmula 1.
«No tengo palabras», reaccionó muy emocionado tras cruzar la bandera de cuadros. «En las últimas quince vueltas sentí mucha emoción, pensaba en mi padre (fallecido en 2017), que lo dio todo para que yo esté aquí. Soñaba con que corriera aquí y que ganara, es increíble».
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Desde la ‘pole position’ de su Gran Premio por tercera vez en su carrera en la élite, terminó por delante del australiano Oscar Piastri (McLaren) y de su compañero en la ‘Scuderia’, el español Carlos Sainz.
Leclerc es el tercer piloto de la historia en representar a Mónaco en la Fórmula 1, pero es el primero en imponerse en este. En sus calles, logró su sexta victoria en la élite del automovilismo.
Hasta ahora, en cinco participaciones, su mejor resultado en Mónaco era un cuarto puesto en 2022.
EFE
