El sacerdote e intelectual peruano Gustavo Gutiérrez, considerado el padre de la Teología de la Liberación, una corriente de pensamiento cristiano centrado en la dignidad de los pobres, falleció a los 96 años este martes en Lima, aseguró la orden religiosa a la que pertenecía desde 2001.
«La Provincia Dominicana de San Juan Bautista del Perú lamenta informar que el día de hoy, 22 de octubre de 2024, ha partido a la Casa del Padre nuestro querido hermano, Gustavo Gutiérrez Merino», indicaron los religiosos en la red social Facebook.
«Pedimos sus oraciones para que nuestro querido hermano goce de la vida eterna», añadió la orden.
El Instituto Bartolomé de las Casas, creado por el teólogo en 1974, confirmó en la red social X su deceso.
«Con profundo dolor, comunicamos que esta noche ha partido nuestro querido amigo y fundador Gustavo Gutiérrez«, indicó el organismo interdisciplinar de atención a los más necesitados.
«Su obra y trabajo en favor de los pobres y los más descartados de la sociedad seguirá iluminando el camino de la Iglesia por un mundo más justo y fraterno«, agregó.
La orden dominica en Perú anunció que en los próximos días se celebrarán misas en honor de Gutiérrez y un homenaje en la Basílica de Santo Domingo, en la capital.
Los restos del sacerdote se velarán desde el miércoles por la noche en un salón para tal fin perteneciente a la comunidad de los dominicos de Lima.
Defensor incansable
El cardenal Carlos Castillo recordó en X que Gutiérrez «fue un defensor incansable de la opción preferencial por los pobres, frase que él acuñó y que se integró al Magisterio de la Iglesia como un camino fundamental» de fe.
La Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) señaló que el pensamiento crítico y compromiso del también filósofo con los más vulnerables fueron inspiración constante para la labor de la entidad.
«Agradecemos su gran contribución a la construcción de una sociedad más justa. ¡Su legado vivirá siempre!», destacó Aprodeh.
En 2018, el papa Francisco reconoció su contribución a la Iglesia y a la humanidad, enviándole una carta por su 90 cumpleaños en la que agradecía su «servicio teológico» y su amor por los pobres y los descartados de la sociedad, recordó el diario Perú 21.
«En este momento significativo de tu vida, me uno a tu acción de gracias a Dios, y también te agradezco por cuanto has contribuido a la Iglesia y a la humanidad, por todos tus esfuerzos y por tu forma de interpelar la conciencia de cada uno, para que nadie quede indiferente ante el drama de la pobreza y la exclusión», escribió entonces el pontífice.
Gutiérrez, que nació en Lima el 8 de junio de 1928, fue una de las figuras más influyentes en el ámbito teológico y social de América Latina.
Teología con repercusiones políticas
El sacerdote fue considerado el creador de la Teología de la Liberación, abocada a los pobres y que tuvo importantes repercusiones políticas en toda la región.
Fue el intelectual, que se hizo dominico a los 76 años, quien utilizó por primera vez esa expresión en 1968, en una reunión de la Conferencia Episcopal Latinoamericana en Medellín (Colombia), para aplicar los principios reformadores del Concilio Vaticano II.
Gutiérrez, que recibió numerosos títulos honoríficos y premios en todo el mundo, también impartió clases en la Universidad Pontificia de Perú y en varias instituciones de educación superior norteamericanas y europeas.
Su corriente de pensamiento formó parte de un movimiento sociopolítico más amplio en un momento en que América Latina estuvo dividida por desigualdades aún más profundas que las actuales.
Tras la instauración de regímenes militares en la mayoría de los países latinoamericanos en los años 1960 y 1970, los defensores de la Teología de la Liberación participaron activamente en la resistencia contra las dictaduras.