Los bombardeos de Israel en el Líbano alcanzaron este fin de semana una escalada significativa, con ataques aéreos en Beirut que provocaron la muerte del portavoz de Hezbolá, Mohammad Afif.
Se trata de una oleada de bombardeos en los suburbios del sur de la capital y ofensivas masivas en el sur del país, donde intensos combates terrestres enfrentan a Hezbolá con el ejército israelí. Los bombardeos israelíes en Gaza causaron al menos 60 muertos.
Once personas fallecieron y 48 resultaron heridas el domingo en bombardeos israelíes en localidades de la región de Tiro, en el sur del Líbano, donde Hezbolá tiene una fuerte presencia, informó el Ministerio de Salud libanés.
Estos acontecimientos llevaron a las autoridades a suspender las clases este lunes y martes en escuelas y universidades públicas y privadas de Beirut y parte del Monte Líbano.
El cierre de instituciones educativas se impuso debido al deterioro significativo de las condiciones de seguridad. Además de los ataques inusuales en pleno centro de Beirut, los suburbios del sur están siendo sometidos a bombardeos casi constantes, y las explosiones se escuchan durante todo el día en la capital y sus alrededores.
Ataques en la región
Las destrucciones provocadas en esta región en los últimos cuatro días son tan graves como las registradas durante un mes de bombardeos.
Esta escalada va acompañada de una intensa presión terrestre del ejército israelí, que lanzó el 6 de noviembre la segunda fase de su ofensiva. Combates encarnizados tienen lugar en torno a Khyam, en el extremo sureste del país, tras el fracaso de un primer intento israelí por tomar esta estratégica localidad.
Las tropas israelíes avanzan desde tres frentes, enfrentándose a una fuerte resistencia de Hezbolá. También se registran enfrentamientos violentos en la parte occidental de la frontera, donde el ejército israelí ha avanzado entre 4 y 6 kilómetros.
El domingo 17 de noviembre, la mitad del Líbano, incluida Beirut, estuvo bajo bombardeos. Ese mismo día, la aviación israelí realizó dos ataques en pleno centro de la capital.
El primero mató al portavoz del partido chiita, Mohammad Afif, mientras se encontraba en la sede del partido Baas, a menos de un kilómetro de la embajada de Francia.
El segundo ataque tuvo como objetivo un barrio residencial al oeste de Beirut, destruyendo una tienda de equipos electrónicos, un coche y un apartamento. Israel afirmó que el blanco era un alto dirigente de Hezbolá, aunque el grupo no ha confirmado este ataque.
En los suburbios del sur de Beirut, los bombardeos diarios de los últimos cuatro días han reducido edificios residenciales a escombros.
«Han bombardeado el barrio de Dahiye quizá unas veinte veces. Llevan una semana bombardeando al menos quince veces al día. Se escucha todo y eso hace la vida muy difícil. Es difícil dormir, es difícil concentrarse, pero sabemos a qué barrios ir y cuáles evitar», relató Sary Raydan, un estudiante de 17 años que vive en el barrio cristiano de Achrafieh.
Mientras tanto, Israel intensificó sus ataques contra Hamás en Gaza. Bombardeos el domingo dejaron al menos 60 muertos, incluyendo 34 personas, entre ellas mujeres y niños, en Beit Lahia, al norte de la Franja. Según Mahmud Basal, portavoz de la defensa civil, las posibilidades de rescatar a más personas atrapadas bajo los escombros son mínimas.
Israel justificó sus ataques afirmando que «las actividades terroristas continúan en la región de Beit Lahia», donde aseguró haber atacado múltiples objetivos terroristas durante la noche.