La industria alemana empuja al gobierno a un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur en momentos en que necesita diversificar su mercado. Sin embargo, este convenio representa una amenaza para el sector agrícola germano, que exige igualar el estándar de producción sostenible.
Volkswagen y Daimler-Mercedes Benz, pero también las químicas como BASF y Bayer; venían presionando desde hace décadas para que el gobierno alemán empujara el acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur para formar el mayor mercado de libre comercio del planeta.
Presencia asiática
La creciente dependencia de China, pero también el aumento de la presencia asiática en Latinoamérica unida a la previsible caída de las importaciones desde Estados Unidos en la era Trump, han hecho de la apertura de un nuevo mercado en América Latina una necesidad urgente.
La divisa alemana de “Autos por carne” resume también los problemas del acuerdo, la imposición del sector industrial alemán sobre la producción agrícola europea sobre todo de Francia, Italia y Austria.
Muchos temen la destrucción del sector agrícola europeo en favor de su industria y un efecto inverso en Sudamérica, hacer imposible o inviable la industrialización en Latinoamérica y promover además la sobreexplotación de sus recursos naturales.
Los sectores agrícolas alemanes exigen que por lo menos que en el Mercosur se impongan los mismos estándares de producción sostenible y de derechos laborales de los trabajadores agrícolas europeos, un punto que muestra también los problemas de un acuerdo entre dos mercados tan desiguales.