En un análisis sobre los retos y oportunidades que enfrenta la República Dominicana, el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Celso Juan Marranzini, y su vicepresidente ejecutivo, César Dargam, subrayaron la necesidad de fomentar la formalización de empresas y trabajadores, y priorizar reformas en sectores claves como educación y fiscalidad.
Marranzini destacó que, aunque la inversión en educación ha crecido exponencialmente en los últimos 12 años —duplicándose como proporción del PIB desde 2012—, los avances en calidad educativa no han sido proporcionales. Este déficit se refleja en los resultados de evaluaciones nacionales e internacionales, como las pruebas PISA, y en la limitada disponibilidad de recursos humanos con las competencias que demandan las empresas, particularmente en un contexto global de transformación tecnológica acelerada.
“Eso se manifiesta también en los recursos humanos que tenemos versus lo que el país va necesitando. Sobre todo, cuando vemos esta transformación tecnológica que sufre el mundo”, indicó Marranzini.
Enfatizó que la educación es un componente esencial para la productividad que necesita un país.
Dijo que es urgente “enfocarnos” no solo en el gasto, sino en la calidad educativa.
Aseguró que ese debe ser un objetivo compartido por todos: gobierno, sector empresarial y sociedad civil. Además, apuntó que la formación de los maestros y el fortalecimiento de su capacidad de enseñanza son esenciales para lograrlo.
En cambio, César Dargam, vicepresidente ejecutivo del Conep, dijo que la falta de formación adecuada afecta particularmente a sectores con alta complejidad tecnológica y rápida evolución, como las industrias tecnológicas y las zonas francas. Esta brecha es especialmente preocupante dado el rol que juega el sector empresarial en la generación de empleo y la transformación económica del país.
Dijo que hace un año en la Convención Empresarial desde el Conep, se han identificado cuatro áreas prioritarias para mejorar la calidad del capital humano, entre ellas el fortalecimiento de la formación temprana, detallando que la educación inicial, particularmente en matemáticas y lectoescritura, es fundamental para sentar las bases del aprendizaje futuro. También, el Conep propone mejoras en la institucionalidad educativa y enfoque en Formación técnico-profesional.
Dargam enfatizó que no todas las demandas del mercado requieren títulos universitarios. Aunque perfiles como programadores, analistas de laboratorio, agrónomos y veterinarios son cada vez más necesarios.
Otro punto es la alineación de la educación superior con las demandas del mercado. Dijo que existe una sobreoferta de egresados en áreas como derecho y administración de empresas, mientras que hay una alta demanda de profesionales en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
El Conep ha evaluado positivamente el desempeño del año 2024, destacando un crecimiento económico sólido, estimado en torno al 5 %. Factores clave como las remesas, las exportaciones, la inversión extranjera y sectores como el turismo y la minería han mostrado un desempeño destacado, consolidando un panorama favorable para el país.
Además, el año estuvo marcado por un alto nivel de actividad debido a las elecciones municipales y presidenciales, una agenda legislativa cargada y el debate en torno a una reforma constitucional. Este contexto ha permitido reflexionar y planificar estrategias para seguir avanzando en el año 2025.
El sector privado ha mantenido un ambiente de confianza, que se refleja en las inversiones realizadas y anunciadas. Este dinamismo es esencial, ya que casi el 89 % de las inversiones en el país provienen de este sector, impactando directamente en la generación de empleo.
La confianza ha sido un elemento importante para el sector empresarial, tanto a nivel interno como externo. A lo interno, se fortalecieron los diálogos entre los empresarios, lo que permitió alinear posiciones en torno a los principales temas de la agenda nacional. A lo externo, esta confianza facilitó la interacción con el gobierno, actores políticos y la sociedad civil.
Un futuro ambicioso
El Conep precisa que la meta de 2036, de duplicar el tamaño de la economía dominicana, es alcanzable, pero es un objetivo que dependerá en gran medida de contar con un capital humano capacitado y adaptado a las necesidades del mercado. Sin embargo, advierte que los resultados de cualquier política educativa requieren tiempo para materializarse, lo que hace aún más urgente iniciar las reformas necesarias.
Pese a que congresistas y expertos han inclinado la balanza en torno a mantener invariable la cesantía en el proyecto de reforma al Código de Trabajo, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) asegura haber encontrado “receptividad” en las propuestas que los empleadores han presentado para modificarla, a fin de reducir los costos laborales que les genera cumplir con este derecho.
“Nosotros no vemos un conflicto, y, de hecho, las declaraciones, tanto de Milton Ray Guevara como de Rafael Alburquerque –de conocer la cesantía un año después de aprobado el nuevo código– lo que sugieren es la posibilidad de llegar a acuerdos”, puntualizó su vicepresidente ejecutivo, César Dargam.
Al conversar con periodistas de este medio en un Diálogo Libre, el ejecutivo indicó que la propuesta de ambos exsecretarios (ministros) de Trabajo contemplan el tiempo en que se debe retomar el tema, y que la postura del Conep es que ese tiempo se debe aprovechar ahora para lograr un proyecto de reforma “verdaderamente modernizador”.
Recordó que el Conep ha entregado a la Comisión del Senado que estudia la reforma laboral hasta 10 propuestas distintas para abordar la cesantía sin excluirla del Código de Trabajo, entre las cuales se encuentran poner un límite de seis años para los empleados de nuevo ingreso, así como colocar un monto máximo a la cesantía, equivalente a 10 veces el salario mínimo del sector laboral al que pertenece el empleado.
Actualmente, la cesantía está contemplada como un derecho eventual indefinido, calculado sobre la base del salario que el empleado haya devengado en el último año.
La comisión del Senado, presidida por el legislador Rafael Barón Duluc, rendirá un informe al pleno de la Cámara Alta a partir del año 2025. Este informe deberá ser sometido a aprobación en dos sesiones seguidas. Si pasa, el proyecto de reforma al Código de Trabajo pasará entonces a la Cámara de Diputados para culminar este mismo proceso.