SANTO DOMINGO.- El barrio Las Flores, de Cristo Rey, donde fue encontrada muerta con señales de violencia Juana González, la bisabuela de Kylie Naomi Rosa Alcántara, la niña de 9 años que murió tras ser baleada mientras transitaba con su madre por la avenida Máximo Gómez, se encuentra dividido en torno a la violencia.
Hay un grupo de ciudadanos que se manifiesta sumido en la desesperación de no saber qué hacer ante los consecutivos actos delincuenciales, mientras otro se deja ver arropado bajo el conformismo por el poco o mucho control que afirman que las autoridades muestran con el asunto.
“Esto está terrible. Me siento preocupada porque soy una mujer sola, mayor, que no tengo quien me cuide y a veces tengo miedo hasta de salir al mediodía a comprar la comidita y que me agarren y lo poco que tengo me lo quiten”, expresó Luisa Figueroa, quien, de sus 66 años de edad, 30 los ha vivido en Cristo Rey.
Lo que hace la Policía
Según el testimonio de Figueroa, es constante el ruido de boca a boca del atraco de una persona, o que desaprensivos que penetraron alguna vivienda o propiedad privada, pese a que la Policía pasa constantemente por las calles, o por lo menos por la principal, debido a que conecta con la ubicación de su destacamento.
No obstante, arraigado en el mismo hecho del lugar de la sede de la Policía Nacional, hay quienes refieren que, a pesar de haber criminalidad, todo se encuentra tranquilo y los agentes mantienen el lugar bajo control.
Las opiniones
“Se quejan de que la Policía pasa y que un ratito después atracan a una gente, pero ¿son adivinos? Ellos no pueden saber que después de que ellos se vayan van a venir unos locos y atracar a una gente”, afirmó Sonia, en un comercio en la cercanía del callejón en el que residía la abuela de la niña Keyli Naomi.
En el lugar, la calle Ramón Cáceres, bastante concurrida, hace frontera con decenas de laberintos repletos de casas en los que los vecinos afirman que se dan escenas protagonizadas por delincuentes frecuentemente. “En este callejón se han cogido con venir unos muchachos que no se sabe quiénes son, pero entran en las casas a llevarse los celulares y lo que está a su alcance”, manifestó Julio Rodríguez, lamentando la muerte de la señora Juana González.
González fue encontrada muerta la tarde del pasado jueves en su vivienda en el sector Las Flores, con signos de violencia y, supuestamente, dos heridas de arma blanca.
De acuerdo con su hermano, Juan Isidro González, se trató de un atraco en el que desafortunadamente perdió la vida.
“‘No, yo no creo que tenga nada que ver, la niña vivía en Punta de Villa Mella y eso fue otro atraco improvisado, pero a ella (a su hermana) la tenían vigilada”, aseguró el pariente al considerar que quienes penetraron la vivienda de su hermana debieron ser conocedores del estilo de vida que llevaba la dama en el sector.
Siendo el único miembro de la familia dispuesto a hablar ante los medios de comunicación, reconoció que Juana González “guardaba su dinerito” y era bien sabido que incluso recibía envíos monetarios de sus hijos y otros allegados, además de que era una persona tranquila, bondadosa y abierta a compartir.
Según detalló Isidro, cadenas, anillos y un reloj le fueron arrebatados en su propio hogar a la señora González, de 77 años.
La Policía Nacional anunció que oficiales de la Dirección Central de Investigación (Dicrim), pertenecientes al área de Crímenes y Delitos Contra La Persona, iniciaron las indagatorias en coordinación con el Ministerio Público; asimismo, equipos multidisciplinarios de investigadores y técnicos realizaron los levantamientos correspondientes, incluyendo entrevistas a testigos oculares, levantamientos de imágenes y recolección de evidencias.
NAYELI REYES