SAN FRANCISCO DE MACORIS.- El reciente cierre del vertedero a cielo abierto en San Francisco de Macorís marca un avance significativo en la gestión ambiental y la salud pública de la región. Este vertedero, conocido por su considerable tamaño y los problemas de contaminación asociados, fue una preocupación para los residentes durante años.
El Ingeniero Fulvio Ureña, destacó la magnitud de la contaminación que el vertedero había estado generando.
Explicó que la cercanía al río Noná y la pluviometría de la zona representaba una contaminación de alrededor de cerca de 30 mil metros cúbicos de lixiviados, que llegaban al río por la superficie además de los daños a la capa freática.
«Estaba contaminando el río Noná de manera considerable», indicó Ureña. Además, explicó que el vertedero emitía cerca de 300 toneladas de metano, un potente gas de efecto invernadero.
La comparación con el retiro del parque vehicular de la ciudad no es menor: «Es como si retiráramos el parque vehicular de San Francisco de Macorís», afirmó, refiriéndose a la eliminación de más de 23,000 vehículos y 48,000 motos en términos de contaminación.
El impacto en la salud pública ha sido otro punto crítico. Según Ureña, los incendios en el vertedero afectaban hasta 50 kilómetros a la redonda dependiendo de la dirección del viento, sumiendo a los habitantes de las comunidades aledañas en una neblina que afectaba la salud respiratoria de la población.
«La cantidad de empleados que dejaban de ir a trabajar por enfermedades respiratorias elevaba los costos de producción y afectaba la economía local», añadió.
El cierre del vertedero no solo elimina estos riesgos sino que también introduce una nueva era de gestión de residuos en la región. La implementación de una planta de tratamiento de residuos sólidos, inicialmente considerada una utopía, es ahora una realidad. Esta planta no solo gestiona de manera eficiente los residuos sólidos sino que también ofrece una solución sostenible que agrega valor a toda la región.
El Ingeniero Ureña expresó su gratitud hacia todos los involucrados en este proyecto, desde la familia Rize hasta el presidente Luis Abinader, y destacó el trabajo de los legisladores y funcionarios que hicieron posible este cambio.
EL JAYA