Expertos analizan herramientas y avances médicos para abordar el trastorno del espectro autista (TEA) en República Dominicana, resaltando la importancia de los datos para elaborar políticas públicas que mejoren la atención integral a las personas que han recibido el diagnóstico, y así mejorar su calidad de vida.
De acuerdo con Lisbeth Cabrera Del Cid, presidenta de la Fundación Hope for Autism, en el país no hay estadísticas claras sobre la cantidad de personas con autismo, por lo que concentrar esfuerzos en ampliar las coberturas de salud para este tipo de trastorno se torna aún más complejo.
Recordó que en Estados Unidos se estima que uno de cada 36 niños es diagnosticado con TEA, una discapacidad del desarrollo que puede afectar las habilidades sociales, la comunicación y el comportamiento de una persona. Este dato se utiliza como parámetro internacional debido a que países como República Dominicana no poseen sus propias estadísticas.
Una de las principales problemáticas, según el testimonio de Cabrera, quien además es madre de un niño con autismo, es la dificultad para expresar sentimientos de dolor o necesidad.
“Hay personas que no pueden sentir el dolor. Una apendicitis es una de las principales causas de muerte de una persona con autismo”, indicó.
Aclaró que, en el caso de los pacientes que sí sienten dolor, muchas veces no pueden verbalizar lo que les sucede, por lo que reaccionan de diversas maneras: golpeándose, apretándose el abdomen, manifestando agresividad, mordiéndose, entre otras acciones de manifestación de dolor. .
Señaló que no todos los pacientes diagnosticados en el país tienen autismo, sino que padecen otro tipo de comorbilidad que ha sido identificado como autismo, lo cual refuerza la necesidad de ampliar los conocimientos médicos y educar a la población en general sobre el tema.
Dos métodos para el abordaje del autismo
La Fundación Hope for Autism realizó su segundo foro Encuentro Autismo 2024, con la participación de tres expertos que presentaron estrategias específicas para tratar el autismo, entre ellas los métodos Integrador Avanzado y el Melillo.
El primer expositor fue el doctor Robert Melillo, experto en neurología funcional con más de 30 años de experiencia en ayudar a niños y adultos a superar discapacidades de aprendizaje, incluyendo trastornos del espectro autista y otros problemas del desarrollo.
El profesional de la salud explicó a Diario Libre que uno de los principales desafíos es entender qué ocurre en el cerebro de las personas con autismo e identificar las estrategias adecuadas para su tratamiento.
Indicó que ya existen herramientas eficaces, como las terapias olfativas, auditivas y otros ejercicios de respiración y físicos, pero cuestionó que el trabajo con el trastorno no depende de la existencia de herramientas o terapias, sino de saber utilizarlas para obtener resultados.
En ese sentido, destacó la importancia de que las familias con pacientes autistas puedan convivir con una rutina adecuada en la que la persona autista se desarrolle con mayor normalidad.
El Método Dr. Melillo: Neurología Funcional y entrenamiento cerebral en un contexto familiar es un programa diseñado para enseñar y guiar a madres, padres y cuidadores en cómo entrenar el cerebro de sus hijos en casa, utilizando el ritmo del día a día.
El doctor, quien también es autor de varios libros sobre el TEA, precisó que cada niño es único y, por lo tanto, puede requerir ejercicios específicos.
“El autismo no se va solo, no es algo con lo que creces y desaparece. En algunos casos puede suceder que la persona mejore, pero necesitan intervención”, explicó.
Sobre el riesgo de que otros niños en el hogar puedan desarrollar conductas aprendidas debido a que uno de los hermanos tiene autismo, dijo que las probabilidades son bajas. De hecho, adelantó que la probabilidad de que un hermano de una persona con autismo también lo padezca es de un 19 %.
¿Con el autismo se nace o se desarrolla?
Para el doctor Nicolás Loyacono, médico argentino, director y CEO de la Sociedad Argentina de Neurodesarrollo y Trastornos Asociados (SANyTA), el autismo es un conjunto de síntomas neuroconductuales que tienen origen en un estado inflamado del cerebro.
“El sistema nervioso está inflamado, está en corto circuito y en alerta”, explicó a Diario Libre.
Respecto a la pregunta de si se nace con autismo, indicó que el niño no nace con autismo.
“Justamente de eso se trata, de entender que si el niño nace como se espera, se desarrolla como se espera y al año y medio comienza a perder habilidades y posteriormente viene el diagnóstico, el niño no nació con autismo; por lo tanto, los componentes genéticos no son tan importantes”.
Agregó que dicho estado de inflamación no es propio del cerebro, sino que afecta al cerebro debido a problemas que están en el cuerpo, como los digestivos, respiratorios, infecciosos, inflamatorios, entre otros, que generan estrés en el cerebro y se traducen en síntomas de autismo.
Loyacono explicó que un niño que desarrolla uno de los tres grados del autismo pasó primero por una regresión en la que, en algún momento, dejó de hablar, comer, jugar u otra actividad propia de cada persona según su edad.
“Ese es el punto de inflexión en el cual el sistema nervioso adquiere esa inflamación que proviene del resto de su organismo, y ese impacto se traduce en la pérdida de habilidades”, sostuvo.
Al detallar el resultado de algunas investigaciones que ha realizado, precisó que al tratar las enfermedades del cuerpo del paciente autista se comienza a notar una mejoría que podría ser “prácticamente absoluta” si se trata a tiempo con médicos locales capacitados en el tema y con herramientas locales.
“No hace falta enviar estudios al exterior ni traer medicación de fuera. Todo se puede hacer en este mismo país, en República Dominicana”, dijo.
Culminó sus consideraciones resaltando: “No se nace con autismo, se adquiere, y es tratable; incluso, muchas veces se puede prevenir abordando problemas médicos del cuerpo para evitar que se genere el proceso de inflamación del cerebro”.
Ejes de la Fundación Hope for Autism
– Brindar información actualizada a través de congresos y encuentros formativos – Apoyar a familias para cubrir costos de terapias locales e internacionales – Impulsar investigaciones en nuestro país para identificar oportunidades de abordaje – Facilitar ayuda psicológica para familias para el mejor abordaje integral – Promover la inclusión de personas con autismo como entes productivos en nuestra sociedad