La confianza familiar se transformó en traición cuando la casa de cambio «El Rubio», propiedad de Gustavo Martínez, fue asaltada presuntamente por dos parientes cercanos. Durante el ataque, lo dejaron gravemente herido y encerrado en su negocio, ubicado en la calle Duarte esquina El Conde, en la Ciudad Colonial del Distrito Nacional.
Martínez, de 64 años, sufrió golpes en la parte posterior de la cabeza y, actualmente, se encuentra en estado crítico, luchando por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Abreu.
Los acusados son los hermanos Ángel y Misael Martínez Contreras , hijos de un primo de la víctima. Según los familiares de Gustavo, ambos llegaron desde el barrio Mesopotamia, en el municipio de San Juan de la Maguana, provincia San Juan, con el pretexto de visitarlo por las festividades navideñas.
En el momento del ataque, la víctima estaba acompañada por su hermano, quien entregó dinero a los acusados antes de marcharse del negocio. Minutos después, la víctima envió a los jóvenes a comprar comida, y al regresar, aprovechó que Gustavo estaba de espaldas. Al notar la caja fuerte abierta, lo golpeon presuntamente con un ladrillo.
La esposa de Gustavo, Yulissa Fiallo , considera que el ataque fue planificado por los acusados, ya que afirma que ellos llevaron el ladrillo con la intención de agredirlo. Además, señaló que su esposo abrió el negocio en día festivo porque tenía que cambiarle unos dólares a un hombre de nacionalidad china.
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Explicó que, hasta el momento, no se ha determinado la cantidad exacta de dinero que los acusados extrajeron de la caja fuerte, pero aseguró que se trata de millones de pesos.
Asimismo, indicó que los agresores arrancaron la cámara de seguridad del local, pero fueron identificados gracias a un video captado por una cámara de un hotel cercano. En las imágenes, según Fiallo, se les observa cerrando la puerta enrollable del negocio y saliendo con una mochila negra.
Antes de perder el conocimiento, Gustavo logró llamar a su esposa y decirle que se encontraba “mal” en el negocio, pero no pudo dar más detalles debido a su delicada condición. La mujer envió a un familiar cercano al lugar, quien, al romper la puerta, encontró a la víctima ensangrentada.
Tiene 40 años en el negocio.
Moisés Martínez, hermano de Gustavo, relató que minutos antes del ataque le había aconsejado a su hermano que se fuera a casa, ya que Gustavo le había comentado que tenía la presión alta.
Al referirse a su hermano, Moisés no pudo contener las lágrimas. Lo describió como un hombre trabajador, con más de 40 años dedicado a su negocio, destacando que todo lo que tenía lo había conseguido con esfuerzo y dedicación.
La mañana de ayer jueves acudieron decenas de agentes de la Dirección Central de Investigación (Dicrim) para realizar el levantamiento de evidencias en el lugar de los hechos.
Moisés Martínez, hermano de Gustavo. (DIARIO LIBRE/ JOLIVER BRITO)
