El Etiquetado Frontal de Advertencia Nutricional (EFAN) consiste en la utilización de sellos con textos en la parte frontal del envase de los alimentos, para informar a los consumidores cuándo un producto contiene cantidades altas o excesivas de nutrientes críticos (sal, azúcar y grasas).
Diario Libre conversó con Patricia Grullón, directora de Nutrición del Ministerio de Salud Pública, quien explicó que el objetivo del EFAN es hacer que los consumidores tomen mejores decisiones y más saludables a la hora de comprar sus alimentos.
“Las personas todos los días están tomando decisiones cada vez que van a comprar un alimento. Cada vez que una madre va a un colmado a comprar una merienda para la escuela de sus hijos o que un padre va a hacer una compra de su casa, está tomando decisiones en relacionadas con la alimentación de su familia», aseguró.
De acuerdo con Grullón, desde el año 2017 se viene planteando la idea en el país de incluir el EFAN en las etiquetas de los productos preenvasados que se venden en colmados y supermercados. Actualmente, el proyecto, que de materializarse será aprobado mediante una resolución del Ministerio, se encuentra en Vistas Públicas, las cuales están abiertas hasta abril.
El EFAN va de la mano con guías alimentarias basadas al perfil nutricional de la población, usando como base la clasificación de nutrientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso dominicano, se eligió el formato de “octágono negro”, implementado ya en países como Chile y México.
“Ese es el único etiquetado en Latinoamérica que es comprendido por niños y adultos con diversos niveles de educación. No es decirles a las personas que no compren el producto, es que sepan cómo interpretar la etiqueta”, precisó la doctora.
Perfil epidemiológico
“En República Dominicana tenemos un problema importante que es el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación. El exceso de nutrientes críticos constituye un factor de riesgo para enfermedades”, comentó la nutricionista.
Estudios recientes han demostrado que el 31.1 % de la población escolar, de 6 a 18 años, presentó sobrepeso y obesidad. El 70.1 % de los adultos presentó sobrepeso u obesidad; 32 % sufre de hipertensión y 12 % de diabetes.
“¿Qué se busca? Una mejor toma de decisiones a la hora de comprar sus alimentos o de seleccionar los alimentos que va a ingerir”, recalcó Grullón.
La doctora Patricia Grullón. (JOLIVER BRITO)
“El etiquetado tradicional que viene con el producto no va a ser sustituido. Simplemente, lo que queremos es basado en la evidencia decir, según esa etiqueta que ya está ahí, esto tiene una cantidad inadecuada de este nutriente crítico o tiene un exceso”, aclaró.
“Todos los días tú no puedes comprar los productos llenos de sellos, porque ya tú sabes que tu dieta no está siendo una dieta saludable”, agregó.
Grullón intuye que, de manera indirecta, la población se inclinará “por consumir más productos en su estado natural, menos ultraprocesados y las industrias hagan los ajustes de lugar”, mejorando las fórmulas y reduciendo las cantidades de nutrientes críticos.
Además de México y Chile, en países donde se ha implementado el EFAN (Perú, Uruguay, Colombia, Argentina, Brasil y Canadá), “se ha demostrado que la industria rápidamente hizo sus los ajustes de lugar”, mejorando la composición de los productos sin que reflejaran pérdidas económicas, según apuntó la especialista.
Período de transición
Una vez aprobada la Resolución sobre Etiquetado Frontal, las empresas envasadoras gozarán de un período de transición para hacer los ajustes. Tendrán un espacio de seis meses para empezar a colocar etiquetas temporales (calcomanías) y cuando termine ese lapso, tendrán 12 meses más hasta que sean incluidas de manera definitiva e integradas al empaque.