Eduard de la Cruz vivía en una casa de madera junto a su mujer y sus dos hijas a pocos metros de las inmediaciones de la Barrick Pueblo Viejo, la mina de oro que da trabajo a cientos de personas en la provincia de Sánchez Ramírez.
La casa de Eduard se encuentra metida entre caminos y montes. Consiste en cuatro paredes de madera azul. En la estancia principal reina la oscuridad.
No hay ningún mueble y para que la puerta no se cierre coloca una piedra. Al lado, con una cortina que lo separa, está la habitación, en la que solo hay un colchón.
Vivienda antigua de Eduard de la Cruz. (LUDUIS TAPIA)
Eduard no tendrá que vivir más en esa casa. Este domingo 16 de marzo se trasladará al vecindario creado por la empresa minera Barrick Pueblo Viejo: «Nuevos Horizontes«, donde cientos de familias como la suya empezarán una nueva vida.
“Estoy agradecido con la empresa por esta oportunidad. Yo vivía en condiciones precarias. Nos sentimos muy agradecidos”, explica a Diario Libre.
La inauguración de «Nuevos Horizontes»
En un acto significativo para la Provincia Sánchez Ramírez, Barrick Pueblo Viejo inauguró este sábado el proyecto de viviendas que beneficiará a las familias de las comunidades de El Rayo, El Naranjo, El Higo, Arroyo Vuelta, Lajas y Tres Bocas.
El proyecto residencial «Nuevos Horizontes» está compuesto por 653 viviendas que cuentan con servicios de infraestructura esenciales como acueducto, calles asfaltadas, áreas recreativas, escuelas, guarderías, iglesias, mercado y un cementerio, lo que garantiza una vida comunitaria plena y sostenible.
Cada una de las familias reasentadas recibirá su casa con su correspondiente título de propiedad, asegurando así su estabilidad y seguridad legal en su nuevo hogar.
Con una inversión total de 18,000 millones de pesos, incluye, además de la entrega de nuevas viviendas, la entrega de terrenos de subsistencia, la construcción de infraestructuras modernas y el apoyo necesario para el desarrollo comunitario.
Cristiana Rodríguez, gobernadora de la provincia Sánchez Ramírez, estuvo presente en el acto. “Nosotros defendemos la minería, la explotación minera es nuestra mayor fuente de empleo”, anunció.
A su vez, enumeró las buenas obras que ha hecho la empresa minera en la provincia.
“Desde hace décadas, los beneficios de la explotación minera han dejado obras en nuestra provincia. A veces hay que refrescar la memoria a nuestra gente”. Sin embargo, también anunció que se mantendrán “vigilantes para tener una minería que no afecte al medio ambiente”.
Por otro lado, la presidenta de Barrick Pueblo Viejo, Juana Barceló, expresó que “este proyecto es un reflejo de nuestro compromiso con las comunidades que han sido parte fundamental de nuestro trabajo. Nos enorgullece poder llevar a cabo un proceso que garantiza la mejora de las condiciones de vida, con el objetivo de garantizar un futuro sostenible y próspero para las familias.”
Adicionalmente, las familias reasentadas recibirán un lote de terreno de 1.5 tareas para el desarrollo de proyectos de subsistencia, independientemente de que sean propietarios de terrenos o no en su lugar de origen.
Este apoyo contribuye al fortalecimiento de la autonomía económica de los hogares y al fomento de actividades productivas que les permitan sostenerse a largo plazo.
Juana Barceló y Cristiana Rodríguez, realizando el corte de cinta. (LUDUIS TAPIA)
Las primeras 20 familias
En el evento, Barrick Pueblo Viejo entregó las llaves a las primeras 20 familias. Tras esto, Juana Barceló inauguró el vecindario con un corte de cinta. Las familias, todas ellas humildes, caminaron por sus nuevas calles asfaltadas.
Uno de ellos es Eduard de la Cruz, el padre de familia que tenía que despedirse de sus hijas cada noche para que fueran a dormir con los abuelos. Su pequeña casa de madera no tenía espacio para más.
Ahora, en cambio, tendrá una casa construida en bloques, jardín, una cocina amplia y tres habitaciones. “Me siento bien alegre”, finaliza.