El número de personas asesinadas por bandidos de la banda «Gran Grif» durante el ataque contra la población civil a primera hora de este jueves ya sobrepasa los 54, según informó el comisario del Gobierno de Saint-Marc, Venson François.
Explicó al medio Radio Télé Galaxie que las autoridades locales no pueden contar con precisión a las víctimas debido a las constantes amenazas de los bandidos.
Indicó que ya ha distribuido bolsas para cadáveres a determinadas familias que enterraron a sus seres queridos asesinados sin un informe de un juez de paz. Hasta el final de la tarde, la situación seguía siendo muy tensa en Pont-Sondé. La noche de este jueves promete ser larga para la ciudad de Saint-Marc, que teme una invasión de los pandilleros.
De acuerdo con la agencia AP, otras 50 personas resultaron heridas cuando la pandilla Gran Grif quemó casas y vehículos en la localidad de Pont-Sondé, dijo Bertide Harace, vocera de la Comisión para el Diálogo, la Reconciliación y la Concienciación para Salvar el Artibonite.
Por su lado, EFE dio a conocer que los heridos están recibiendo tratamiento en centros sanitarios, en especial en el hospital Saint Nicolas de Saint-Marc, localidad situada a un centenar de kilómetros de Puerto Príncipe.
Desde esta mañana, el grupo armado controla la zona de Pont Sonde, en el departamento haitiano de Artibonite, ubicado al norte de Haití.
Ante esta situación, el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública anunció que se han dado las instrucciones correspondientes a la Policía Nacional de Haití a fin de «restablecer el orden y poner fuera de combate a todos aquellos que siembran el terror en el departamento de Artibonite».
«Estos crímenes no quedarán impunes. Los autores y sus cómplices serán perseguidos hasta la última trinchera», según un comunicado de ese ministerio, que reitera su determinación a tomar «todas las medidas necesarias para devolver la paz al país y para que la población pueda dedicarse a sus actividades libremente».
Este ataque se produce pocos días después de las sanciones anunciadas por Estados Unidos y la ONU contra el líder del Gran Grif, conocido como Luckson Elan.
Haití sufre la violencia extrema de las bandas armadas, lo que ha llevado a miles de personas a abandonar sus hogares para escapar de la inseguridad. El ataque de Gran Grif se da en momentos en que una fuerza internacional, auspiciada por la ONU y liderada por Kenia, se encuentra en Haití para tratar de contrarrestar a las pandillas y llevar paz a la población.
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Según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 700,000 personas -más de la mitad de ellas niños- son actualmente desplazados internos en Haití.
Las últimas cifras muestran un aumento del 22 % de los desplazados internos desde junio, con el consiguiente empeoramiento de la situación humanitaria.
En los últimos siete meses, la violencia de las bandas ha obligado a más de 110,000 personas a abandonar sus hogares, especialmente en Gressier, al oeste de la capital.
La mayoría de los desplazados en Haití, alrededor del 75 %, se encuentra actualmente refugiado en provincias del país, y sólo la región del Gran Sur acoge al 45 % de todas estas personas.
En un informe reciente, la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH) indicó que al menos 1,379 personas fueron víctimas de la violencia de las bandas armadas en Haití, entre muertos y heridos, durante el segundo trimestre de 2024, elevando a casi 3,900 las víctimas en el primer semestre del año. En 2023 la violencia también causó, entre muertos y heridos, 8,000 víctimas en Haití, según cifras de la ONU.