La Suprema Corte de México rechazó el martes invalidar la elección popular de jueces, que el gobierno progresista de Claudia Sheinbaum defiende para enfrentar la corrupción, pero que según sus críticos afectará la independencia de los magistrados y los dejará a merced de criminales.
Fracasó el intento de frenar parcialmente la reforma judicial en México. La Suprema Corte requería al menos ocho de los once votos de los ministros del alto tribunal para aceptar el proyecto de sentencia que buscaba limitar la reforma judicial.
Faltando poco para la votación, el ministro Alberto Pérez Dayán, crítico de la enmienda, decidió no apoyar al bloque mayoritario.
«Sería responder a una insensatez llevada irresponsablemente al texto supremo (Constitución), con otra insensatez equivalente», dijo Pérez Dayán, al anunciar sorpresivamente que votaría contra la anulación parcial propuesta por su colega Juan Luis González.
De esta forma, los jueces a favor solo sumaron siete votos, lo que le impidió validar la enmienda.
Un freno a la corrupción
Cabe recordar que la polémica reforma constitucional impulsada por el Gobierno oficialista busca frenar la corrupción.
Sin embargo, sus opositores han manifestado que, al contrario, debilitaría la independencia judicial.
Esta decisión pone fin a meses de disputas entre el oficialismo y el sistema judicial mexicano que había puesto en jaque al gobierno de la flamante presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
La mandataria había expresado que las elecciones para elegir jueces programadas para el próximo año «no tenían marcha atrás».
La reforma a la justicia, impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador en medio de un enfrentamiento con la Suprema Corte, convirtió a México en el primer país que elegirá a todos sus jueces en las urnas.