El jefe de la coalición dominada por islamistas radicales, Ahmed al-Shareh, más conocido como Abu Mohamed al Jolani, declara su deseo de disolver las facciones del Ejército que ayudaron a derrocar a Bashar al Assad y ha pedido que se levanten las sanciones internacionales.
El enviado especial de France 24 a Damasco conversó con el nuevo hombre fuerte de Siria.
Vestido con un blazer y una elegante camisa blanca, Ahmed al-Shareh, más conocido como Abu Mohamed al-Jolani, líder del grupo islamista radical Hayat Tahrir al-Sham (HTS), expuso su visión para Siria tras el derrocamiento de Bashar al-Asad en una entrevista con la prensa internacional, en la que estaba presente Wassim Nasr, de France 24.
La entrevista fue “organizada con otros periodistas extranjeros. Hubo condiciones: no podía ser filmada ni grabada”, dijo Nasr. “Pero podíamos hacerle preguntas e informar públicamente sobre lo que nos dijo”.
En la sede del gobierno sirio en Damasco, el líder de la coalición de islamistas radicales que llegó al poder en Siria afirmó durante el encuentro que la reconstrucción de su país, devastado por la guerra, era su máxima prioridad y que el levantamiento de las sanciones internacionales era esencial.
“Pide sobre todo el levantamiento de las sanciones. Dice que padecen sanciones que impuestas al dictador que ya no está aquí, por lo que considera que hay llegado el momento de levantarlas”, relata el periodista de France 24.
Antes afiliado a Al Qaida, Al Jolani se refirió al hecho de que tanto él como su grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS) están catalogados como terroristas por varios países de occidentes, entre ellos Estados Unidos.
“En lo que se refiere a la inclusión de su nombre en la lista de terroristas, dice que su caso personal no es importante, sino levantar las sanciones y ayudar a los sirios a recuperar el dinero enviado al exterior por el régimen sirio y una ayuda a la reconstrucción para que retome su lugar”.
Resolución de las Naciones Unidas
Al Jolani también cuestionó la vigencia de la resolución 2245 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, adoptada el 18 de diciembre de 2015, que se centra en la situación en Siria y establece un marco para abordar la crisis humanitaria y política en el país bajo el régimen de Bashar al Asad.
“Estima además que la resolución 2245 ya no se justifica porque han expulsado a las milicias chiitas y al Hezbolá y que ha habido una transferencia de las organizaciones gubernamentales de manera pacífica después de haber tomado Damasco. Recuerda que la resolución fue adoptada nueve años atrás y que es hora de volver a examinarla”, señala el enviado especial.
El líder del grupo islamista HTS también respondió sobre su relación con el Estado hebreo, que ha incursionado en territorio sirio para ampliar una zona tampón en previsión de un enfrentamiento armado con las nuevas autoridades sirias.
“Llamó a la comunidad internacional a presionar a Israel para que detenga sus incursiones, ya que, para él, la coartada de estas operaciones y bombardeos ya no existía porque las milicias chiitas y el Hezbolá ya no están allí. También dijo que no busca una guerra con Israel ni con ningún otro país de la región. Afirmó que los sirios estaban cansados y sólo buscaban reconstruir su país después de esta larga guerra”, apunta Wassim Nasr.