Las tropas israelíes han avanzado nueve kilómetros en la provincia de Deraa, en el sur de Siria.
Esto supone una nueva incursión en esa zona del país árabe en la que el Ejército israleí se desplegó y tomó posiciones tras la caída del régimen de Bachar al Asad, informó este miércoles el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
«Las fuerzas israelíes entraron unos nueve kilómetros en la periferia de Daraa, entraron en la aldea de Koya y en la histórica presa de Al Wahda, cerca de la frontera entre Siria y Jordania, y se concentraron en lugares estratégicos, después de que advirtieran a los residentes que tenían que entregar las armas en la zona», señaló la ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno.
La fuente indicó que son las tropas israelíes del Batallón 74 las que avanzaron también en las inmediaciones de la aldea de Saida, situado en la frontera administrativa entre las provincias de Quneitra y Deraa, «un paso que representa un nuevo avance dentro de la región del sur de Siria«.
Fuerzas israelíes
El Observatorio apuntó que ayer, martes, las fuerzas israelíes «allanaron un cuartel militar de las fuerzas del antiguo régimen en las proximidades de la aldea de Al Maqraz, cerca de Saida, en los Altos del Golán, en busca de armas y munición después de que dispararan al aire para impedir que cualquiera se acercara al lugar».
Hasta el momento, el Ejército israelí no ha reaccionado ante esta información.
El Ejército israelí se desplegó en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán (ocupados en su mayor parte por Israel) tras la llegada de los rebeldes a Damasco y se prevé que mantengan sus posiciones durante al menos los meses de invierno, según anunció recientemente el titular de Defensa israelí, Israel Katz.
De hecho, ayer, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, visitó el lado sirio del monte Hermón, en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, y dijo que sus tropas permanecerán allí «hasta que otro acuerdo garantice la seguridad» de Israel.
El despliegue, que según las autoridades israelíes es temporal, ha sido criticado por algunos países árabes y por la ONU, cuyo secretario general, António Guterres, consideró que supone una violación del acuerdo territorial entre Israel y Siria, que data de 1974.