El canal es panameño. Esa es la respuesta al unísono del Gobierno, políticos, analistas y ciudadanos a la repudiada amenaza del presidente electo estadounidense, el republicano Donald Trump, de que exigirá su devolución porque, a su juicio, son «exorbitantes» las tarifas por peajes de la vía, cuyo principal cliente es Estados Unidos.
El canal de Panamá, un paso de 82 kilómetros entre los océanos Atlántico y Pacífico y por el que transita el 3 % del comercio mundial, fue construido por Estados Unidos, que lo inauguró en 1914 y lo administró hasta su traspaso al Estado panameño el 31 de diciembre de 1999.
Esto fue posible gracias a los Tratados Torrijos-Carter firmados el 7 de septiembre de 1977 en Washington por los entonces presidentes de Panamá Omar Torrijos (1929-1981) y el estadounidense Jimmy Carter (1977-1981).
El canal «es de Panamá y lo seguirá siendo»
El presidente panameño, José Raúl Mulino, afirmó este domingo en un vídeo difundido por el Gobierno que el «canal de Panamá y sus zonas adyacentes es de Panamá y lo seguirá siendo», destacando que «la soberanía e independencia» de su país «no son negociables».
Con esta afirmación, Mulino recogió el sentir de ciudadanos y personalidades políticas que desde el sábado expresan su rechazo a la afirmación del líder republicano.
Mulino recordó que los Tratados Torrijos-Carter «acordaron la disolución de la ex zona del canal reconociendo la soberanía panameña», y «establecieron la neutralidad permanente» de la vía, «garantizando su funcionamiento abierto y seguro para todas las naciones».
El exadministrador del canal Jorge Luis Quijano (2012-2019) recalcó en un mensaje enviado a EFE que el artículo quinto del Tratado de Neutralidad dicta que «solo la República de Panamá manejará el canal», por lo que «no existe ninguna cláusula que le permita a los Estados Unidos recuperar» la vía.
Trump, quien asumirá el próximo 20 de enero su segundo mandato – el primero fue entre 2017-2021 – dijo el sábado cuando se quejaba de las tarifas y de la supuesta injerencia de China en la vía interoceánica, que «si no se respetan los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de donación, exigiremos que se nos devuelva el Canal de Panamá, en su totalidad y sin cuestionamientos».
Esas «normas morales«, dijo a EFE el analista panameño José Stoute, «no existen, a menos que esté interpretando esas normas como su voluntad».
Con su declaración Trump está «violentando el tratado del canal de Panamá y casi anunciando una posible futura invasión. Porque no habría otra forma de que el canal pudiera ser devuelto que no sea tomado militarmente por el Ejército de Estados Unidos», añadió.
Los dichos de Trump tuvieron lugar después de que Panamá conmemorara, el 20 de diciembre, el 35 aniversario la invasión estadounidense para capturar al dictador Manuel Antonio Noriega bajo cargos de narcotráfico, lo que dejó entre 500 y 4,000 muertos, y cuando faltan pocos días para el 25 aniversario de la transferencia del canal.
China como trasfondo
Trump, de 78 años, volvió a señalar la presunta injerencia de China en canal, como ya lo hizo en el 2023, una tesis que volvió a negar Panamá, esta vez en boca de Mulino, que aseguró que «ni de China, ni de la Comunidad Europea ni de Estados Unidos o cualquiera otra potencia» tiene control directo o indirecto en el canal.
Algunos analistas han vinculado la posición de Trump a la creciente presencia china en la región latinoamericana, que incluye la posible vinculación de China, con la que Panamá estableció nexos diplomáticos en 2017, a un gran proyecto ferroviario en Panamá.
«Puede ser que los estadounidenses estén muy preocupados por el anuncio de Panamá de que pensamos construir un ferrocarril» hasta la frontera con Costa Rica, «y que esa sea una inversión de China. Pero frente a eso lo único que podemos decir es que EE.UU. haga la inversión. Estados Unidos es nuestro socio comercial y político más importante, no queremos ningún tipo de fisura en la relación», dijo Stoute.
El canal es un negocio que beneficia a todos
Mulino destacó que desde que está en manos panameñas el canal creció y está administrado por profesionales que garantizan su «operación segura, continua, eficiente y rentable», por lo que «las tarifas no son un capricho».
El ex administrador del canal Alberto Alemán Zubieta (1996-2012), explicó que los peajes «se ajustan periódicamente (…) a través de un sistema abierto de consultas públicas y en estricta concordancia con los tratados internacionales que regulan nuestra industria».
El canal de Panamá es un pieza fundamental de la economía del país. Obtuvo ingresos por unos 4,986 millones de dólares en el año fiscal 2024, un 1 % más que el ejercicio anterior, y entregó al fisco un aporte 2,470.7 millones de dólares.