El presidente chino, Xi Jinping, mantuvo este martes una conversación telefónica con el presidente del Consejo Europeo, António Costa, a quien aseguró que China y la Unión Europea (UE) no tienen «conflictos de interés» fundamentales.
«China mantiene su compromiso a un desarrollo de alta calidad y a una apertura de alta calidad, algo que traerá nuevas oportunidades para las relaciones con la UE«, dijo Xi en su primera conversación con Costa desde que el ex primer ministro portugués asumiera el cargo el mes pasado, recoge la agencia estatal Xinhua.
La llamada llega en el marco de las crecientes tensiones comerciales entre Pekín y Bruselas y un día después de que Costa anunciase que los dirigentes de países miembros de la UE, el primer ministro británico y el secretario general de la OTAN se reunirán el próximo 3 de febrero en Bélgica para tratar la defensa europea.
Asimismo, Xi aseguró que China «apoya el proceso de integración europea» así como la «independencia estratégica» de la UE.
«China ha visto siempre a Europa como un polo importante en el mundo multipolar. Siempre hemos apoyado la integración europea y el propósito de la UE hacia la autonomía estratégica«, afirmó.
Según el mandatario, la historia de las relaciones entre China y la UE demuestran que «si ambas partes mantienen el respeto mutuo, se tratan como iguales y dialogan con franqueza, pueden avanzar en la cooperación y alcanzar logros significativos».
Por su parte, Costa dijo, según Xinhua, que la UE está «dispuesta a trabajar con China» para abordar las diferencias económicas y comerciales «a través del diálogo y la consulta».
Victoria de Trump
La llamada tiene también lugar a pocos días de que Donald Trump asuma la presidencia en Estados Unidos.
Pekín querría, en palabras anteriores de Xi, una relación «estable, sana y sostenible» con Washington, pero los expertos creen que estará preparada para defenderse en caso de que el mandatario estadounidense recrudezca la guerra comercial que él mismo inició en su primer mandato.
Pekín acusa a Bruselas de seguir las directrices de Washington para imponer restricciones comerciales al gigante asiático, lo que ha desembocado en tensiones entre China y la UE.
Especialmente desde que Bruselas impusiese el año pasado aranceles adicionales de hasta un 35,3 % a los vehículos eléctricos importados desde el país asiático por los subsidios que Pekín da a sus fabricantes.
En represalia, China ha anunciado en los últimos meses investigaciones sobre las importaciones de brandy, lácteos o carne de cerdo desde la UE.