Desde el lunes, millones de fieles hindúes se reúnen Prayagraj, en el norte de la India, para participar en la gigantesca peregrinación Kumbh Mela. Se estima que unas 400 millones de personas afluirán en las próximas seis semanas en la confluencia de tres ríos sagrados, incluido el Ganges, para participar en baños rituales masivos que, según la tradición hindú, lavan los pecados.
Una multitud se bañó el lunes en aguas sagradas en el norte de India en el inicio de la fiesta hinduista del Kumbh Mela, presentada como la mayor congregación del mundo con una previsión de 400 millones de peregrinos en seis semanas.
Antes de la salida del sol, la turba de fieles se adentró para lavar sus pecados en las frías aguas donde supuestamente confluyen los ríos sagrados Ganges y Yamuna con el mítico río Sarasvati, que aparece en las antiguas escrituras.
En la penumbra antes del amanecer, los peregrinos emergieron en las orillas de los ríos para iniciar el baño en las frías aguas.
Momento divino
El primer ministro nacionalista hindú, Narendra Modi, lo describió como una «ocasión divina» para juntar «a un incontable número de gente en una sagrada confluencia de fe, devoción y cultura».
Organizada cada doce años, la edición de este año que se alargará hasta el 26 de febrero se anuncia como la de todos los récords.
Las últimas celebraciones religiosas organizadas en 2019 en esa ciudad, antes conocida como Allahabad, reunieron 240 millones de fieles, según el gobierno.
A título de comparación, la gran peregrinación anual musulmana a La Meca congregó a 1,8 millones de creyentes en 2024.
Los organizadores instalaron 150,000 baños, 68,000 farolas y una ciudad de tiendas de campaña en una superficie equivalente a dos tercios de la isla neoyorquina de Manhattan.
Una multitud principalmente de India, pero también del exterior ya tomó sus posiciones el fin de semana.