En Colombia, ante la escalada de violencia entre guerrilleros y narcos en la región del Catatumbo, el presidente Gustavo Petro declaró el “estado de conmoción interior” que le permite liberar recursos y limitar los movimientos. Hablamos con el politólogo Egoitz Gago Antón.
Tras el estado de conmoción y el estado de alerta económico impuestos por Gustavo Petro en Colombia ante la crisis de violencia que vive la región del Catatumbo, una zona que se ha convertido en un escenario de guerra entre ELN y disidentes de las FARC por hacerse con el control del segundo enclave cocalero más grande del país, dos grandes preguntas quedan en el aire.
¿Por qué no se reaccionó ante los avisos de la escalada de violencia de la delegación del Gobierno en esa zona desde noviembre pasado? Y ¿cómo queda ahora el proceso de paz total, donde el ELN es una de las patas que sustentan esta mesa de diálogo?
Egoitz Gago Antón, politólogo internacional y experto en el conflicto interno colombiano, respondió a estas preguntas.
El Gobierno “ha confiado demasiado en sus capacidades negociadoras”
“Hay que entender un poquito la situación de la región. Los informes de Defensoría no son nuevos, en el sentido que el Catatumbo ha sido siempre una zona que ha estado durante muchos años bajo el efecto de los grupos armados. Siempre ha sido una de las zonas calientes del país. Por lo tanto, los informes que hablen de este tipo de procesos no son novedosos”, subraya el experto.
Según él, “el Gobierno Petro ha confiado demasiado en sus capacidades negociadoras con el ELN y ha tratado estos informes como informes anteriores: va a haber combates pero no combates fuertes. Y esperaba terminar un poco con la actividad de la organización a través del proceso negociador, que fracasó. Entonces, ¿qué ha ocurrido? Pues que esto ha explotado y es cuando el Gobierno de Gustavo Petro ha decidido decretar el estado de conmoción interior”.
“Hay que tomar un punto de vista más práctico”
En cuanto al futuro de las negociaciones, Egoitz Gago Antón estima que “el Gobierno de Gustavo Petro no debería perder los canales de comunicación con el ELN. Ahora bien, para mí esa mesa hace tiempo que ya no está previsto que dé los resultados necesarios. Yo creo que el enfoque del Gobierno tiene que cambiar. Gustavo Petro llegó al Gobierno con una idea de paz total, muy rápida, acuerdos en menos de un año, con todos los grupos armados, incluidos grupos armados antiguos paramilitares, organizaciones criminales y demás. Esto desde un principio, desde grupos de personas que hemos trabajado este tema, ya se avisó que esto no era tan fácil y que era muy difícil, muy improbable, y se ha visto que ha fallado”.
“Yo creo que en cuanto a la paz total de Petro, hay que tomar un punto de vista más práctico, hacer una negociación que sea más a nivel del frente, y no a nivel del comando central del ELN. Yo creo que ha sido un error. El ELN siempre ha sido una organización que está muy fragmentada, nunca ha sido vertical como las FARC, y eso ha fallado. Entonces yo creo que para que se mantenga debe de cambiar la estrategia, porque tal y como está no le veo futuro”, concluye el politólogo.
El miércoles, la ONU condenó esta violencia e instó al Gobierno colombiano a seguir haciendo todo lo posible para preservar el acuerdo de paz.