Los residentes del barrio Los Platanitos, próximo a la avenida Winston Churchill, denunciaron este sábado que el pasado 10 de febrero recibieron una notificación de desalojo firmada por abogados, en la que se les otorga un plazo de 15 días para abandonar sus propiedades.
En un comunicado emitido por los miembros directivos de la Junta de Vecinos Platanitos Churchill, explican que el reclamante es el ciudadano Ramón Arturo Francisco Collado, quien, amparado en un documento o constancia anotada sobre una compra realizada mediante acto de venta bajo firma privada, alega que fue el extinto alcalde Rafael Corporán de Los Santos quien le autorizó esa parcela en el año 1993.
“Una persona con supuestos títulos de compra dice que eso es de ellos, cuando esto hace muchos años fue declarado área verde”, explica Alexis Liberato, representante de la junta de vecinos del sector.
Los residentes, con pancartas en mano, indicaron que viven allí desde hace 40 años. Actualmente, el sector está compuesto por unas 180 familias.
Vista aerea del barrio Los Platanitos
Describen que el terreno está identificado como Solar 2, Manzana 2790, Distrito Catastral No. 01. El barrio se encuentra frente al elevado Churchill esquina Kennedy, entre las agencias de vehículos Mercedes-Benz y Maxus / British Motors, y está separado por una pared del Colegio Claret.
Mientras tanto, en el mismo documento, indican que “el citado solar es área verde, según los planos del propio Ayuntamiento del Distrito Nacional”.
Los comunitarios y miembros de la Junta de Vecinos exigen que se respete el derecho de los habitantes a seguir viviendo en la zona, por lo que piden a las autoridades competentes una investigación a fondo sobre la validez de la documentación presentada por el reclamante.
Barrio Los Platanitos
Los Platanitos es un barrio marginado ubicado en el corazón del ensanche Paraíso, una de las zonas más acaudaladas de la ciudad de Santo Domingo.
La temporada ciclónica, e incluso cualquier lluvia, representa una amenaza para la vida y las propiedades de los residentes de este pequeño barrio del Distrito Nacional, quienes conviven en medio de una laguna pestilente que se desborda con cualquier aguacero.
En ocasiones, una cuerda puede ser su única salvación ante las inundaciones.