El embarazo en adolescentes sigue siendo un desafío importante para República Dominicana, con consecuencias que afectan tanto a las jóvenes como a la economía del país.
Un informe de marzo del 2025 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), titulado El precio de la desigualdad: Consecuencias socioeconómicas del embarazo en adolescentes y la maternidad temprana en América Latina y el Caribe, revela datos relevantes sobre el impacto de esta problemática en el país.
Costos sobre las mujeres de países de América Latina y el Caribe. (INFORME UNFPA)
Un alto costo para la economía dominicana
Según el informe, el embarazo adolescente tiene un costo total anual de 131 millones de dólares para República Dominicana, afectando diversas áreas de desarrollo:
Educación: 52 millones. Empleo e inactividad: 14 millones. Ingresos: 65 millones.
En comparación con otros países de la región, el impacto económico en República Dominicana es menor, pero esto se debe, en parte, a su tamaño poblacional. México, por ejemplo, registra un impacto de 4,880 millones de dólares, mientras que Colombia y Panamá reportan pérdidas de 2,485 millones y 2,572 millones de dólares, respectivamente.
El Estado dominicano también asume una carga económica considerable debido a la atención médica del embarazo adolescente y la reducción en la recaudación fiscal:
Gasto en salud: 21.2 millones de dólares anuales. Ingresos fiscales no percibidos: 8.99 millones de dólares debido a la reducción de ingresos laborales de las madres adolescentes.
Otros países enfrentan costos aún mayores. México, por ejemplo, gasta 305.9 millones en salud y pierde 585.5 millones de dólares en impuestos. En comparación, Panamá pierde 79.1 millones y Colombia 60.5 millones.
Reflejo de la desigualdad
El estudio destaca que en Centroamérica y República Dominicana, la Tasa Específica de Fecundidad Adolescente (TEFA) varía significativamente según el nivel socioeconómico.
En las regiones con menor Índice de Desarrollo Humano (IDH), la TEFA asciende a 124 embarazos por cada 1,000 adolescentes, mientras que en zonas con mayor desarrollo es de 53 por cada 1,000.
Esto demuestra que el embarazo en adolescentes está fuertemente ligado a la pobreza y la falta de acceso a servicios de salud y educación.
Brechas en empleo e ingresos
El embarazo a temprana edad de igual modo afecta la participación de las mujeres en el mercado laboral. En República Dominicana, la tasa de inactividad laboral entre madres adolescentes es del 25 %. En países como Guyana y Surinam, esta brecha alcanza los 10 y 7 puntos porcentuales, respectivamente.
Además, las madres adolescentes tienen menores ingresos a lo largo de su vida laboral en comparación con aquellas que postergan la maternidad, lo que contribuye a perpetuar el ciclo de pobreza y desigualdad en el país.
Mortalidad materna adolescente
Uno de los efectos más graves del embarazo a temprana edad es la mortalidad materna. En República Dominicana, las muertes maternas en adolescentes generan 2,097 años de vida perdidos (AVP) y 1,470 años de vida productiva perdidos (AVPP).
Aunque estas cifras son menores en comparación con México (6,529 AVP y 5,151 AVPP) o Colombia (4,991 AVP y 3,255 AVPP), siguen representando un obstáculo importante para el desarrollo del país.
¿Cómo reducirlo?
Desde el UNFPA destacan que la inversión en prevención del embarazo en adolescentes es altamente rentable para los Estados. «Estimaciones realizadas muestran que por cada dólar invertido en la prevención se obtiene un retorno de entre 15 y 40 dólares, dependiendo del país», reseñan.
Las experiencias de países como Argentina y Chile demuestran que es posible reducir significativamente esta problemática con políticas efectivas y sostenibles.
Argentina logró reducir la TEFA en 50% con el Plan ENIA, pasando de 50 a 25 embarazos por cada 1,000 adolescentes. Chile disminuyó su TEFA de 50.7 a 27.8 en solo cuatro años.
Para República Dominicana, resulta fundamental fortalecer estrategias en educación sexual integral, acceso a anticonceptivos y empoderamiento de las jóvenes para garantizar un futuro con mayores oportunidades y reducir la carga económica del embarazo en adolescentes.
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