El Gobierno del primer ministro de centroderecha Luís Montenegro, enredado en una controversia sobre un posible conflicto de intereses, cayó este 11 de marzo después de que los parlamentarios se negaran a darle confianza. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa podría decidir disolver la asamblea.
Enredado en una controversia sobre un posible conflicto de intereses, el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, dimitirá después de que los diputados se negaran a conceder confianza a su Gobierno este martes. Esta votación podría allanar el camino para elecciones anticipadas en Portugal.
Después de más de tres horas de acalorados debates, la sesión se suspendió durante una hora en el Parlamento, tiempo para que el PSD (Partido Socialdemócrata) del primer ministro y el Partido Socialista intentaran negociar.
Lo que estaba en juego era la posible participación de Montenegro en una comisión parlamentaria de investigación solicitada formalmente el lunes por los socialistas.
El PSD había prometido que participaría, exigiendo a cambio que durara sólo 15 días, pero el líder del PS, Pedro Nuno Santos, se negó firmemente, considerando que no le correspondía al Gobierno establecer las reglas.
La interrupción no permitió resolver la disputa entre los dos partidos, y los socialistas, como lo habían anunciado, votaron en contra de la confianza en el Gobierno, junto con otros partidos como el partido de extrema derecha Chega.
«No he cometido ningún delito»
«No he cometido ningún delito«, dijo el jefe de Gobierno, que llegó al poder hace apenas un año, al abrir los debates.
En el centro de la polémica una empresa de servicios propiedad de su esposa e hijos, con contratos con varias empresas privadas, entre ellas un grupo cuya actividad está sujeta a concesiones otorgadas por el Estado. Luis Montenegro ya ha anunciado que esta empresa pasará a ser estrictamente propiedad de sus hijos.
Pero la oposición sigue insistiendo en que dé más explicaciones. «Es normal seguir teniendo dudas», ha insistido el secretario general de los socialistas, Pedro Nuno Santos, al pedir explicaciones a Montenegro en el marco de la «comisión parlamentaria de investigación» que propuso su partido.
«Estoy dispuesto a profundizar mis respuestas«, afirmó el jefe de Gobierno. «Sé que los portugueses no quieren elecciones«, reconoció, «pero también sé que no me perdonarán que arrastremos al país hacia abajo», dijo el primer ministro, para quien el voto de confianza era necesario «en aras de la verdad y la transparencia».
Posibles elecciones anticipadas en primavera
El rechazo de la confianza por parte del Parlamento, donde el Gobierno no tenía mayoría absoluta, podría allanar el camino para elecciones parlamentarias anticipadas, las terceras desde principios de 2022. Corresponde al presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, decidir si disuelve o no el Parlamento.
Antes de eso, debe consultar a los partidos representados en el Parlamento y luego convocar al Consejo de Estado, un órgano consultivo, antes de decidir el resultado que quiere dar a la crisis. De ser convocadas, las elecciones generales anticipadas podrían celebrarse el 11 o el 18 de mayo, ya anunció Marcelo Rebelo de Sousa.
Luís Montenegro, que ya había superado dos mociones de censura, ya ha anunciado que será candidato en caso de elecciones anticipadas.