El Gobierno chino aseguró en la noche del lunes (hora local) que la reciente actividad militar china en torno a Taiwán es un «firme castigo» al presidente taiwanés, William Lai, por su «continua propagación de falacias separatistas», después de que el líder isleño definiese a China como una «fuerza extranjera hostil».
El portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Ejecutivo chino), Chen Binhua, acusó a Lai de «agudizar la confrontación» en el estrecho de Taiwán, al tiempo que describía las maniobras castrenses chinas como «necesarias», «justificadas» y como «un poderoso elemento disuasorio contra las fuerzas separatistas», recogió la agencia oficial Xinhua.
Un total de 48 aeronaves militares chinas sobrevolaron este lunes los alrededores de Taiwán en dos operaciones distintas, informó el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de la isla.
De ellas, 20 cruzaron la línea media del estrecho de Taiwán e ingresaron en la región norte, centro, suroeste y este de la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa, rodeando la isla en coordinación con buques de la Armada china.
Dicha actividad constituyó asimismo «una solemne advertencia a las fuerzas externas que interfieren» en la cuestión de Taiwán, señaló Chen, en referencia a Estados Unidos, principal suministrador de armas a la isla.
«La independencia de Taiwán es incompatible con la paz en el estrecho de Taiwán«, reiteró el portavoz, que agregó que, desde la llegada de Lai, considerado un «alborotador» por Pekín, al poder en Taiwán, «se ha adherido obstinadamente a la postura separatista» y «ha impulsado la desvinculación entre ambos lados del estrecho».
«Una peligrosa situación bélica«
El comportamiento de Lai, según el vocero, «ha empujado continuamente a Taiwán a una peligrosa situación bélica«.
Si las autoridades taiwanesas «se atreven a provocar y a jugar con fuego, solo conseguirán su propia desaparición y serán aplastadas«, zanjó Chen.
Lai, considerado un «independentista» por las autoridades de Pekín, catalogó a China como una «fuerza extranjera hostil» el pasado 13 de marzo, en uno de sus discursos más duros desde que asumió el cargo.
Las autoridades de la República Popular China consideran a Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949, una “parte inalienable” del territorio chino y no han descartado el uso de la fuerza para concretar la “reunificación nacional», uno de los objetivos a largo plazo trazados por el presidente chino, Xi Jinping, tras su llegada al poder en 2012.
El Gobierno de Taiwán, liderado por el Partido Democrático Progresista (PDP), una formación de tendencia soberanista desde 2016, defiende que la isla ya es de facto un país independiente bajo el nombre de la República de China y sostiene que su futuro solo puede ser decidido por sus 23 millones de habitantes.