Pakistán, una nación con una larga historia de lucha contra la insurgencia, se enfrenta a un preocupante resurgimiento de la violencia en sus provincias conflictivas de Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa (KP), ambas fronterizas con Afganistán.
A continuación exploramos los factores clave que impulsan esta nueva ola de ataques contra las fuerzas de seguridad y civiles:
¿Cuál es la situación actual?
Pakistán está experimentando un incremento de la violencia por parte de grupos armados, principalmente en las provincias de Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa.
Te puede interesar
¿Por qué atacaron un tren en Pakistán? Claves del secuestro y el rescate de más de 400 personas
Estos ataques tienen como objetivo tanto a las fuerzas de seguridad como a la población civil.
¿Quiénes son los principales actores en este resurgimiento?
Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP) / los talibanes paquistaníes: Con base principal en la provincia de KP, este grupo ha anunciado una nueva ofensiva para la primavera, denominada «Operaciones Al-Khandaq». Su estrategia incluye ataques diversos contra las fuerzas de seguridad y sus colaboradores.
Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA): El grupo insurgente más activo en la provincia de Baluchistán, conocido por su lucha separatista. Recientemente ha reivindicado múltiples ataques, incluyendo un secuestro de tren con más de 400 pasajeros que marcó una escalada en sus tácticas.
Las provincias de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, y Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste, son los epicentros de esta intensificación de la militancia. Ambas regiones comparten una extensa y porosa frontera con Afganistán.
¿Cuáles son los factores que alimentan este resurgimiento?
Estrategia de primavera del TTP: El anuncio el pasado viernes de una nueva ofensiva al inicio de la primavera sugiere una planificación para intensificar sus actividades tras el periodo invernal.
Quejas históricas del BLA: El Ejército de Liberación de Baluchistán lleva décadas luchando contra el Gobierno central, argumentando una explotación injusta de los recursos naturales de su provincia.
El impacto del Afganistán bajo los talibanes: La llegada al poder de los talibanes en Afganistán en 2021 ha generado preocupación en Pakistán, que teme un aumento de la actividad militante en las zonas fronterizas, ofreciendo potencialmente refugio y apoyo a grupos como el TTP.
¿Cuáles han sido los incidentes más destacados recientemente?
El anuncio de las «Operaciones Al-Khandaq» por el TTP: Una declaración pública que anticipa un incremento de la violencia y el uso de tácticas sofisticadas.
El secuestro del tren Jaffar Express por el BLA: Un incidente sin precedentes que involucró a cientos de pasajeros y evidenció la capacidad de este grupo para llevar a cabo operaciones de gran envergadura.
Un aumento significativo en el número de ataques: Ambos grupos han reivindicado una oleada de ataques contra las fuerzas de seguridad y puestos de control en las últimas semanas.
¿Qué consecuencias inmediatas se observan?
Un aumento alarmante de las víctimas: El empeoramiento de la posición de Pakistán en el Índice Global de Terrorismo, con un incremento del 45 % en las muertes por terrorismo en el último año, es un claro indicador del recrudecimiento de la violencia.
Tensiones regionales en aumento: Las acusaciones de Pakistán sobre la implicación de Afganistán y la India en el apoyo al terrorismo han tensado aún más las relaciones diplomáticas en la región.
Un debate interno sobre la estrategia de seguridad: Existe una creciente discusión en Pakistán sobre la eficacia de la respuesta gubernamental, con voces que abogan por un enfoque más dialogante en lugar de una solución puramente militar.
¿Cuál es la perspectiva a corto y medio plazo?
El Gobierno paquistaní ha reiterado su determinación de responder con firmeza a esta nueva amenaza.
Sin embargo, la persistencia de estos grupos durante décadas sugiere que una solución a largo plazo requerirá abordar las causas subyacentes de su militancia, incluyendo posibles diálogos con facciones como el BLA.
La situación en las provincias fronterizas sigue siendo volátil y representa un desafío complejo para la estabilidad interna de Pakistán y para la seguridad de la región en general.