La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo ha resumido con estas palabras: «Si Europa quiere evitar la guerra, debe prepararse para ella».
Ante las informaciones de los servicios de inteligencia europeos de que se producirá un ataque ruso contra un país de la UE antes del final de la década, los socios anuncian compra de armamento de forma conjunta para obtener condiciones más ventajosas en el mercado de las armas.
Para la Unión Europea es momento de prepararse y asumir su propia seguridad. Con Estados Unidos más alejado que nunca y una Rusia que sigue siendo una amenaza para el bloque, la Comisión Europea ha presentado su plan para reforzar la defensa del continente.
Plan de defensa
El plan de defensa, que da más detalles de lo que ya se aprobó hace dos semanas, apuesta por la compra conjunta de armamento entre países, como ya se hizo con las vacunas y obtener precios más ventajosos.
Los Estados podrán pedir préstamos, gracias a un instrumento de 150,000 millones de euros financiado con la emisión de deuda.
En esta compra conjunta podrán participar los 27 países miembros, pero también otros socios que no forman para de la Unión, como Reino Unido o Canadá. Una muestra clara de que Occidente ya no tiene a Estados Unidos entre sus socios prioritarios.
Además, todo este armamento tendrá que ser al menos un 65% de origen europeo, por lo que de facto aparta la compra de material estadounidense.
Según Bruselas, con la ayuda financiera, más flexibilidad en los fondos europeos y la posibilidad de gastar al menos 1,5% del PIB en defensa, se podría llegar a un aumento de 800,000 millones de euros.
El objetivo de la Comisión Europea es que para 2030, el bloque comunitario sea capaz de poderse proteger suficiente en caso de amenaza. Según los servicios de inteligencia, de 3 a 5 años Rusia puede ser capaz de atacar al bloque. Y por ello es más necesaria que nunca esta inversión.