Miles de manifestantes comenzaron a movilizarse en las inmediaciones del Parlamento argentino en apoyo a los reclamos de los jubilados, en medio de un despliegue de unos 2,000 policías, calles cortadas por las fuerzas de seguridad, vallas y avisos a la población para que no acuda a la manifestación.
A la protesta se sumaron docentes universitarios, sindicatos y organizaciones sociales en un ambiente de tensión.
Hace una semana la policía reprimió de forma muy contundente la marcha de los jubilados, entonces apoyada también por sindicatos y aficionados del fútbol, con el resultado de más de 120 detenidos y medio centenar de heridos, entre ellos el fotógrafo Pablo Grillo, que sigue en estado grave por causa del impacto de un cartucho de gas lacrimóngeno en la cabeza.