Ecuador entró en campaña para el balotaje presidencial del 13 de abril entre el mandatario Daniel Noboa y la opositora de izquierda Luisa González, con la violencia narco como telón de fondo.
Después del encendido debate del domingo, lleno de acusaciones entre los dos candidatos oficiales a ocupar la presidencia de Ecuador, Daniel Noboa y Luisa González, la campaña para la segunda vuelta de las elecciones generales arrancó oficialmente.
“Muy pocas cosas nuevas”
Los comicios se siguen presentando muy polarizadas, tras un virtual empate técnico en la primera fase. Un factor que, para el politólogo de la Universidad Andina Hernán Reyes, refleja una crisis profunda en el sistema de los partidos políticos del país, incapaz de representar la diversidad de posturas que existen en la sociedad ecuatoriana.
“Si no hubiera sido por un tercer lugar, con algo más del 5% de apoyo del candidato del movimiento indígena Leonidas Iza, quizá hubiera podido resolverse en esta primera vuelta electoral las elecciones y no haber necesidad de un balotaje para la segunda vuelta”, comenta.
“Yo diría que hay un cierre de las dos candidaturas, que ambas muestran limitaciones, pero al mismo tiempo están buscando desesperadamente esos votos indecisos. Y para ello habrá que ver, y tengo muy poca esperanza, si es que en este inicio de campaña electoral para la segunda vuelta hay algo nuevo que decir bajo el sol. Porque en realidad en el debate se vieron muy pocas cosas nuevas y el debate se limitó a ataques fundamentalmente entre ambos candidatos, porque el formato del debate no permitía otra cosa”, lamenta Reyes.
“Habrá que ver el nivel también de ausentismo”
Precisamente, la clave de esta segunda vuelta se centrará en los ciudadanos indecisos, teniendo en cuenta la fidelidad que ejercen los votantes de González y Noboa.
“Es muy difícil. Me parece que los altísimos niveles que lograron en primera vuelta ambas candidaturas convierten en una cuesta arriba el poder captar a esos votos indecisos. Y por supuesto, habrá que ver el nivel también de ausentismo que puede haber en esta segunda vuelta electoral, que puede marcar una diferencia final en cuanto a los votos válidos, sobre todo en relación a la grave situación que vive la costa y la Amazonía ecuatoriana, por la temporada invernal y las graves inundaciones que han afectado y afectan infraestructura básica, y seguramente hará que una parte de la población tenga reparos en acudir a la votación próxima”, analiza Hernán Reyes.
El domingo 13 de abril, más de 13,7 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas para elegir a sus autoridades para el periodo 2025-2029.