Horror absoluto en la Franja de Gaza. Las imágenes provenientes del territorio palestino arrazado por las bombas israelíes son insoportables. Un cuerpo decapitado, miembros arrancados, niños, mujeres y hombres mutilados: un auténtico baño de sangre. El “infierno” prometido por Israel se abate sobre la población de Gaza.
Agachado frente al cuerpo destrozado de su hijo, un padre gazatí sostiene entre sus manos la cabeza decapitada de su hijo. Sin llanto, sin lágrimas. Sólo gestos tiernos, caricias en la mejilla, en el pelo. Una oración, un ruego, una despedida. El vídeo se compartió en las redes sociales.
Fátima estaba presente cuando la bomba cayó sobre Jabalia en plena noche, cobrándose muchas vidas. “Vi escenas aterradoras. La gente corría en todas direcciones. Había sangre y muerte por todas partes. Por mucho que describa el horror, no creo que mis palabras sean suficientes. Recogimos niños muertos… bombardearon a niños”, cuenta Fátima.
Horror de las bombas
Antes, en Gaza, las bombas caían sobre las viviendas, sobre casas sólidas, pero ya no existen. Ahora la gente vive en tiendas de campaña, explica Fátima. “Qué horror esos aviones bombardeando a niños, mujeres y ancianos mientras duermen, cuando solo tienen una carpa para cobijarse”, se lamenta.
En Jabalia, al norte de la Franja de Gaza, Jihad y su familia no tienen adónde ir. “No hay ningún lugar seguro en la Franja de Gaza. Así que evitamos desplazarnos. Les aseguro que la situación aquí es aterradora. Potencialmente, todos somos un objetivo”, explica Jihad.
El 18 de marzo, Israel violó unilateralmente la tregua en vigor desde enero, exigiendo a los gazatíes la entrega de rehenes y la expulsión de Hamás, bajo pena de ser sometidos a “medidas nunca vistas”.